35 Year

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El Sabor
del Tiempo

En celebración de nuestro 135 aniversario, presentamos nuestra obra maestra definitiva y lanzamiento más añejo a la fecha: Flor de Caña 35 Años, un tributo a la pasión, la paciencia y el legado de cinco generaciones familiares desde 1890.

Nacido en el corazón de nuestro terroir volcánico y añejado pacientemente por más de tres décadas, este líquido sumamente raro es más que un espirituoso: es un homenaje a la tradición familiar y al tiempo.

Comenzó su historia de añejamiento con la 3ra generación de la familia y ahora es presentado al mundo en su forma más sublime por la 5ta generación.

El Decanter

El Decanter, una expresión artística moderna

Flor de Caña nace entre el Océano Pacífico y el San Cristóbal, el volcán más alto y activo de Nicaragua.

Este escenario extraordinario inspiró la creación de un decanter verdaderamente único.

Su silueta y relieves esculpidos replican al majestuoso volcán, capturando su fuerza, elegancia y legado perdurable. Cada decanter es acabado a mano y pulido a la perfección, elaborado con fino cristal para resaltar los cálidos tonos dorados de este ron excepcional.

Flor de Caña 35 Años se presenta en un elegante estuche de nogal, un tributo al rico origen tropical de la marca que ha forjado este ron extraordinario por más de tres décadas. En su interior, una delicada ilustración grabada representa la vibrante flora en la base del Volcán San Cristóbal.

Tapón de Roca Volcánica de Obsidiana: único para cada decanter

Collarín de Cuero: simboliza nuestro compromiso con la sostenibilidad

Relieves Esculpidos:
marcados, audaces, volcánicos.

Silueta: inspirada en el Volcán San Cristóbal

Líquido de 35 Años: añejado en barricas de roble blanco

El Líquido

En el corazón del Flor de Caña Estate yace una de las reservas de ron añejo más preciadas del mundo.

Para crear esta obra maestra, abrimos las puertas de la bodega privada de la familia y compartimos una joya única que había sido celosamente resguardada.

Añejado en barricas de roble blanco dentro de nuestra hacienda familiar, a lo largo de sus 35 años desarrolló profundos y distintivos matices de sabor a miel, madera añeja y regaliz.

Un ron tan excepcional debe disfrutarse solo, en una copa tipo ópera, para seducir los sentidos y crear una experiencia íntima y memorable con el líquido.

Reservado para celebrar los momentos extraordinarios de la vida.